Publicado por
Carmen Ibarlucea
en
12:33
Lo prometido es deuda.
Recuerdan que les dije: "¡¡he dirigido (y hecho desafinar) a la banda filarmónica de Olivenza! Nunca, ni en mis sueños más ambicioso hubiera imaginado que lo lograría, pero realmente no hay nada que una nariz roja no te pueda dar."
Aquí tiene la prueba... aunque lamentablemente escasea la luz y van a tener que usar en parte su imaginación.
Etiquetas: Filarmónica, Olivenza
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